
Cuando hablamos de trabajo, remuneración, pensiones o rendimiento laboral, los términos “salario” y “base de cotización” se convierten en centro de atención y cobran especial importancia.
Se trata de conceptos muy frecuentes dentro del mundo laboral y administrativo pero muchas personas no tienen tan claro sus características ni los aspectos que los diferencian, por lo que explicaremos brevemente las particularidades más relevantes de cada uno de ellos.
Nóminas: conceptos básicos
La nomina de un empleado es un documento en el que se especifica la retribución que este recibe mensualmente por sus servicios en una empresa.
Es importante diferenciar el “salario bruto”, es decir, la cantidad total que paga la empresa antes de aplicar a la misma todas las retenciones fiscales, del “salario neto”, que es el sueldo final que recibe el empleado una vez que le han sido descontados los conceptos anteriores, las retenciones.
El cálculo del “salario neto” depende de varios factores, independientemente de cual sea el “salario bruto” pactado en el contrato entre el trabajador y la empresa. En primer lugar, el tipo de contrato influye en el porcentaje de retención para la Seguridad Social, siendo más elevado en un contrato temporal que en un contrato de duración indefinida, por ejemplo. Por otra parte, el descuento del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) también es muy variable y dependerá de la condición social y personal de cada trabajador (estado civil, cargas familiares, hijos, rango en el que se enmarca el sueldo bruto, etc).
Una nómina debe detallar, además de los datos identificativos de la empresa y del trabajador, todas las aportaciones que estos destinan a la Seguridad Social y las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Obligatoriamente, la nómina se compone de los siguientes elementos:
- Datos de la empresa y del trabajador
Aparecerán el nombre de la empresa empleadora, su domicilio, el CIF y el Código Cuenta de Cotización; en cuanto al trabajador, se indicará su nombre completo, NIF, número de la Seguridad Social, grupo profesional y grupo de cotización.
- Devengos
Los devengos son todas aquellas cantidades, bienes o servicios que el empleado recibe de una empresa a cambio de su trabajo y los podemos dividir en dos grandes grupos: percepciones salariales y percepciones no salariales.
Las percepciones salariales incluyen el sueldo base y algunos complementos que se pagan al empleado (horas extra, pluses por antigüedad, nocturnidad, o peligrosidad, beneficios, gratificaciones, etc.). El conjunto de percepciones salariales constituye la base de cotización.
Las percepciones no salariales no cotizan a la Seguridad Social e incluyen conceptos como dietas, kilometraje, plus de distancia, indemnización, compensaciones por traslado, coste de manutención, gastos de transporte, etc.
- Deducciones, Bases de Cotización a la Seguridad Social e IRPF
Este apartado engloba y especifica las aportaciones del trabajador a la Seguridad Social (contingencias comunes, desempleo, formación y horas extraordinarias), las retenciones de la Seguridad Social y del IRPF, los anticipos laborales, el valor de los productos recibidos en especie (en los casos en que estos existan) y otras deducciones como podrían ser las cuotas sindicales o la devolución de un préstamo a la empresa, por ejemplo.
La suma de las percepciones salariales y no salariales será el total devengado de una nómina, es decir, el salario bruto del trabajador.
Base de Cotización y Salario, ¿son lo mismo?
Definitivamente no, son dos conceptos diferentes. La nómina de un trabajador debe especificar obligatoriamente las bases de cotización por contingencias comunes (sueldo mensual más pagas extraordinarias prorrateadas) y por contingencias profesionales (donde se incluyen las horas extra), pero además, la nómina suele incluir conceptos extrasalariales, como las dietas o los desplazamientos, que no cotizan a la Seguridad Social y, por tanto, no forman parte de la base de cotización.
¿Porqué es importante el salario base de cotización?
La base de cotización es fundamental a la hora de calcular la cantidad que le corresponderá a cada uno recibir como prestación de la Seguridad Social, ya sea por desempleo, por una incapacidad o por la jubilación.
Cuanto más elevado sea el salario base de cotización mayor será la cantidad a percibir como prestación en un futuro e igualmente ocurre a la inversa.
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